Biodiversidad en la Escuela

En los accesos de la Escuela Superior de Relaciones Públicas se encuentra un espacio ajardinado donde crece jazmín blanco.
Esta planta, de follaje exuberante y flores de blanco intenso, es de la familia del olivo, y destaca por su aroma embriagador que llena el aire del verano.
El jazmín es conocido por sus usos en dermatología, aromaterapia, cosmética y perfumería; junto con su presencia en poesía, teatro y prosa desde tiempos inmemoriales. Ya a la antigua Persia, poetas como Hafez o Rumi, lo utilizaban como metáfora del amor puro. En China también es una flor celebrada en canciones como Mòlìhuā (茉莉花), y ya en el siglo XX, en el Pakistán llegó a ser reconocida oficialmente como su flor nacional. En catalán también aparece en obras poéticas de Maria de Mar Bonet, Joan Salvat-Papasseit, Màrius Torres, o «El gessamí i la rosa», de Joan Carner, que se popularizó al ser musicalitzada por Joan Manuel Serrat.
Su flor, con corola blanca y cáliz en forma de copa, produce una fragancia elegante y sofisticada, especialmente por la noche, para atraer polinizadores nocturnos como las mariposas de esfinge o mariposas de la muerte.

Estos pasillos florales están custodiados por la fila de almeces que decora, acompaña y escolta la calle de Sepúlveda. Este árbol, distribuido irregularmente por todo el mar Mediterráneo y la región del mar Negro, es conocido por su flexibilidad y duración, que lo ha hecho material para todo tipo de enseres y herramientas de campo, y para producir en sus raíces un tinte que tiñe la seda. Hoy en día se utiliza para llenar de vida paisajes urbanos por su resistencia a la sequía, al viento y a la contaminación. Poco a poco está ganando presencia en la ciudad condal, presentándose como una alternativa al icónico platanero barcelonés.

Alrededor de nuestro edificio también se pueden ver diferentes especies de aves, entre los cuales destacan los siguientes:

  • Águila culebrera: una especie poco común de gran rapaz migradora. Vienen en marzo del continente africano, pero son difíciles de observar. Su apodo se debe a su especialización en la caza de serpientes, cosa que ha hecho que se gane una reputación como dominadora del mal y sea uno de los símbolos heráldicos más populares. Suele ser muy representada en fiestas mayores y fiestas tradicionales, entre ellas, la de Barcelona.
  • Vencejo común y negro: Del orden de los Apodiformes, la aparición de los vencejos anuncia el buen tiempo. Están casi siempre en vuelo, cosa que ha hecho que en el Viejo Mundo se los ha asociado con el espíritu del viento.
  • Jilguero: Muy estimado por su plumaje colorido y canto melódico.
  • Mirlo y petirrojo: Son dos de los pájaros más reconocidos y estimados de la fauna urbana y rural. El mirlo se relaciona con el misterio y las noches invernales. Su canto melodioso marca el renacimiento de la primavera. El petirrojo se considera el amigo del jardinero, llevándole suerte y es símbolo de ternura y nostalgia.
  • Urraca: A menudo considerada ladrona o engañosa por su afición de recoger objetos brillantes, la urraca se distribuye por toda la región paleártica, de la península Ibérica al Japón, desde el clima templado magrebí hasta el frío helador de la Siberia Oriental. Es un símbolo de comunicación e inteligencia.

Además, fuera del recinto escolar, en nuestro barrio, Sant Antoni, hay más de 100 especies identificadas de plantas en zonas verdes, más de 50 de árboles y de pájaros, y espacios con arbustos, hierbas y flores, que se pueden consultar al atlas de biodiversidad del Ayuntamiento de Barcelona.